Antonio López Alonso

Obra creativa de Antonio López Alonso, editada por Ediciones Irreverentes, Edaf, La Universidad de Alcalá y otras. Premio de relatos "Antonio López Alonso".

13.6.10

La rebelión de los vagabundos, de Antonio López Alonso (Ediciones Irreverentes)

La rebelión de los vagabundos es la extraordinaria obra con la que Antonio López Alonso ha resultado ganador del V Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches.
La idea central de esta novela surge por una noticia aparecida en los periódicos: un indigente es quemado mientras dormía en una cabina telefónica. Esta muestra de salvajismo de la vida cotidiana lleva a López Alonso a crear su trama más dura. Los protagonistas son un muchacho que padece esquizofrenia y su padre, que nos muestra poco a poco lo terrible de esta enfermedad, la destrucción de la personalidad del muchacho, víctima de una caída a los más bajo de la sociedad. Cuando el padre muera, en un doloroso proceso en el que más que la propia muerte duele la pérdida del hijo, seguirá siendo protagonista junto a su hijo gracias a su diario, el mismo que siempre acompaña al muchacho enfermo en sus derroteros cuando huye de Madrid a un pueblo de Asturias buscándose a sí mismo y cuando vuelve a Madrid, ciudad que López Alonso dibuja con maestría contraponiendo la grandeza del entorno con los personajes que se pudren en la ignominia física y moral. La tensión se desencadena cuando alguien comienza a asesinar mendigos, entonces en la mente torturada de nuestro protagonista resucitará el adolescente combativo que fue y hará la rebelión más extraña de la que tenga memoria los tiempos, la rebelión de los vagabundos.
ANTONIO LÓPEZ ALONSO (Trefacio,1954) Catedrático de Traumatología y Ortopedia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares, de la que ha sido decano. Su último éxito ha sido la novela El fotógrafo y la muerte (Suma de Letras). Es autor de obras como La angustia de Federico García Lorca (Edaf), A Miguel Hernández lo mataron lentamente (Ediciones Irreverentes), los estudios Santa Teresa de Jesús, enferma o santa y Juan Negrín, del aula a las trincheras (Universidad de Alcalá de Henares) y de la novela Tierra de sombras y de luna, (Ed. Irreverentes) Mención Especial del primer Premio Nacional de Novela Ducado de Loeches. Sus poemarios Interiores y Reflejos de un árbol caído han sido prologados por Claudio Rodríguez.

16 euros - 204 páginas - ISBN: 978-84-96959-63-7
Toda la información y primeras páginas en http://www.edicionesirreverentes.com/narrativa/rebVAGABUNDOS.htm
Puedes comprarlo en http://www.edicionesirreverenteslibreria.com/epages/ea9759.sf

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24.3.10

Antonio López Alonso, ganados del V Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches

La novela “La rebelión de los vagabundos”, del escritor zamorano Antonio López Alonso, ganadora del V Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches

Antonio López Alonso, que fue finalista y Mención Especial del Jurado en la primera edición del premio, se une en la lista de ganadores al manchego Francisco Nieva, al madrileño Antonio Gómez Rufo, a la Ibicenca Carmen Matutes y al asturiano Perdo Antonio Curto .
El escritor zamorano Antonio López Alonso se ha proclamado ganador del V Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches con su obra “La rebelión de los vagabundos”, una trama dura que nos sumerge en el mundo de las personas con problemas psicológicos, en el dolor y la impotencia de sus familias, en la soledad y la miseria de aquellos que bien por problemas psicológicos o por el uso de alcohol y drogas acaban convertidos en vagabundos, en seres sin ningún derecho.
Antonio López Alonso partió para escribir esta extraordinaria novela de una noticia aparecida en los periódicos; un vagabundo al que unos jóvenes quemaron vivo mientras dormía en una cabina de teléfono. A partir de este hecho, Antonio López Alonso elabora una teoría sobre la violencia de la sociedad actual, sobre la pérdida de derechos, sobre la vulgaridad y la miseria de un mundo que se nos ofrece como el mejor posible. López Alonso nos lleva desde las principales calles madrileñas a los descampados donde se amontonan en chabolas quienes nada pueden esperar de la vida, y nos hace llegar a las últimas páginas de la novela sintiendo palpitar una duda: ¿llegarán a rebelarse algún día, cercano, quienes nada tienen?


El autor: Antonio López Alonso (Trefacio, Zamora, 1954) es catedrático de Traumatología y Ortopedia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares, de la que ha sido decano. Al margen de su labor científica, es autor de 26 libros (biografía, ensayo, poesía, novela y teatro). Su último gran éxito ha sido la novela “El fotógrafo y la muerte” (Suma de Letras). Es autor de obras como “La angustia de Federico García Lorca” (Edaf), “A Miguel Hernández lo mataron lentamente” (Ediciones Irreverentes), los estudios "Santa Teresa de Jesús, enferma o santa" y "Juan Negrín, del aula a las trincheras" (Ambas editadas por Universidad de Alcalá de Henares) la novela “Tierra de sombras y de luna”, finalista y Mención Especial del Jurado del primer Premio Nacional de Novela Ducado de Loeches. Dos de sus poemarios (Interiores y Reflejos de un árbol caído) han sido prologados por Claudio Rodríguez.
Las obras finalistas.

El jurado del Premio seleccionó 6 obras de entre las que han salido el ganador y las 2 finalistas.
Estas obras son:
Finalistas: La novela “Abril hace lo que quiere”, de Arquímedes González, autor nicaragüense residente en Holanda, y “La titiritera” de Harol Gastelu Palomino (Perú).
Las 3 obras preseleccionadas como finalistas fueron: “Sed negra”, del español Andrés Fornells, “Callejones de Arbat” de Antonio Álvarez Gil, cubano residente en Suecia, e “Hilvanando el destino” de la española Concha Casas Gálvez.

Ediciones Irreverentes ha recibido 82 novelas procedentes de 14 países. Se han presentado 18 novelas más que en la edición anterior:
La distribución de obras recibidas por países es:
España, 54 obras recibidas
Argentina 7 obras.
3 obras: EEUU, Perú, Holanda.
2 obras: Cuba, Bolivia, Uruguay, Colombia.
1 obra: México, Venezuela, Alemania, Suecia.
Los ganadores de las cuatro primeras ediciones fueron: Francisco Nieva, Antonio Gómez Rufo, Carmen Matutes y Pedro Antonio Curto.

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15.2.07

Antonio López Alonso en la web de Ediciones Irreverentes


El lector de la obra de Antonio López Alonso puede descargarse las primeras páginas del libro A Miguel Hernández lo mataron lentamente en la web de Ediciones Irreverentes, en http://www.edicionesirreverentes.com
En la portada de la web de Ediciones Irreverentes se ofrece la posibilidad de descargar cinco inicios de libros en PDF y uno de los escogidos es el estudio sobre la muerte de Miguel Hernández.
Asimismo, en la portada de la web hay un enlace a una entrevista con Antonio López Alonso, que figura junto a las entrevistas de otros prestigiosos autores como Francisco Nieva, Mario Benedetti, Francisco Umbral o Antonio Gómez Rufo.

Sale a la luz la 2ª edición de "Soledad de Otoño, infancia de silencio"

Si bien el libro está distribuido a nivel nacional, ha despertado especial interés en toda Castilla León. He aquí una relación de librerías castellano leonesas en las que el libro puede encontrarse en la actualidad.

-Salamanca:
Librería Cervantes
Librería Idria
Librería Miguel Delibes


-Zamora:
Librería Zambrina
Librería Semuret
Librería Miguel Núñez
Librería Didot
Librería Milhojas


-Segovia:
Librería Punto y Línea


-Valladolid:
Arbol de las letras
Oletum
Montenegro
Biblitoeca de Castilla y León
Librería Eva
Alcarabán (Urueña)


-Burgos:
Libresía Siena
Hijos de Santiago Rodríguez
Mainel
Librería Cervantes (Miranda de Ebro)


-León:
Siena
Ave María

-Palencia:
Librería J.M.
Saiselgi
Librería del Burgo

El libro puede encontrarse además en las grandes cadenas como El Corte Inglés, FNAC, Casa del Libro o Crisol. Si el lector interesado en la obra de Antonio López Alonso no encontrara el libro en su librería habitual, con sólo pedirlo, el distribuidor castellano leonés, Andrés García Libros, se lo servirá rápidamente a la librería.

Luis Alberto de Cuenca sobre la "Antología del relato español"


Ediciones Irreverentes ha reunido en un volumen a un equipo de gala de narradores breves que escriben en castellano. Faltará alguno, cómo no, de los auténticamente grandes, pero los que están, todos ellos, son cuentistas excepcionales. El lector podrá encontrar en esta Antología del relato español desde extraordinarias narraciones tétricas, como las de Antonio López del Moral, Fernando Marías, Miguel Ángel de Rus, Fernando Savater y Andrés Trapiello, hasta un divertido relato iniciático de Fernando Sánchez Dragó; desde los duros veranos descritos de forma tan breve como magnífica por los académicos Luis Mateo Díez y Francisco Nieva, hasta los ambientes cultos, de conflicto y un punto transgresores pintados por José Luis Alonso de Santos y Luis Antonio de Villena; desde el cosmopolitismo descreído de José Enrique Canabal hasta la búsqueda en lo propio, en lo íntimo, en la calle, en la historia cotidiana, de Antonio Gómez Rufo, Juan Manuel González, Paula Izquierdo y Antonio López Alonso; desde la espléndida narración histórica de Joaquín Leguina hasta el relato cogido al vuelo de la actualidad de Lourdes Ortiz.
Más información Ediciones Irreverentes

Primeras páginas de "Soledad de otoño, infancia de silencio"



ERASE UNA VEZ

Vivo en la ladera de una montaña. Los robles salpican el suelo juntándose, y sus raíces forman un enrejado bajo él de cientos de brazos y manos abrazándose.
Cuando acude el viento, sus ramas se rozan y de sus caricias se expresan las confidencias más secretas que jamás haya podido escuchar el bosque desde la premiosidad de los tiempos y del eterno silencio de las ocultas voces.
Una choza de piedra y de madera me protege de la lluvia, de la nieve, llenándomela de olores cuando el fulgor de la primavera alcanza se máximo criterio volcánico en erupción.
Pero sobre todo me protege de ese viento frío del invierno; ese viento rastrojero que se levanta en la sierra y rueda como una rueca montaña abajo, buscando el final de la cuesta, de la pendiente.
Unos cuantos álamos de juventud perenne, sombrean, –cuando la pujanza del sol tiene su máximo poderío- de estrellas el verde esmeralda del suelo del prado.
Un caño, en su norte, enriquece de agua este pequeño espacio terrenal de mi última vida, donde los sueños, sueños son y el dolor es más sentido.
Cansado de un mundo inhóspito donde se hablan miles de lenguas que se expresan como mensajes diferentes, donde cada uno habla y araña del que a su lado está; convencido de que existe una única VERDAD y por lo demás me cuesta tolerarlo por el rasgo insoportable con el que lo reconozco, aunque he peleado a lo largo de mi vida para acariciar mi entorno, susurrarlo, creer ciegamente en él, lo siento, no he podido y por eso estoy aquí.
Por eso, exhausto de esta tierra, cosmos, universo, me he retirado gozoso a este rincón, donde nadie desea urgentemente de mí, pero, donde dispuesto estoy para ser interrogado cuantas veces sea necesario.
Nala, mi perra, tan vieja como yo, no ha querido abandonarme; muy al contrario, la tengo tan adherida a mis pies, que me resultaría un imposible no tactar su piel en todo momento. Algo de cansancio también habita en ella. Le pasa lo que a mí: es fatiga de la vivida existencia la que apura y arremete y empuja a esta soledad. Ella así lo ha entendido. Por eso permanece en este destierro junto a mí. El puro convencimiento sin posibilidad a la duda, sin fisuras por donde puedan penetrar los miedos que me han perseguido desde que nací, me ha colocado donde estoy.
Es mejor así.
Ha sido, pues, insisto, una decisión, única, exclusiva, soberana. Puedo seguir trotando por el mundo, pero este trozo de tierra es mi permanente residencia aún no contaminada.
Quizás esta decisión pueda interpretarse como una idea de contenido psicótico, delirante, paranoica incluso. Pero no; sé muy bien lo que hago. Cansado de vivir estaba.
Me incorporé; incorporado estoy a este rincón del alma donde el tratado de voces y penalidades, aún no me alcanza.
A veces uno se destierra al sitio donde, en el alma, o con el alma, ha permanecido desde que nació. Pero, en realidad está en otra parte, en la consciente e inconscientemente deseada, en ese silencioso temblor de la tierra apartada, de la tierra que siempre fue así: un registro de la propiedad sin nombre, sin palabras.
La luna grita un puro clamor transparente de ecos sin color paridos en todas las noches: es propiedad suya ser engendrada, fecundada a cada momento por el alarido que le viene por todos los vacíos existentes. Y escondidos en cualquier lugar, la noche, el día, trae a este lugar multitud de sonidos de procedencia ignota que quedan fosilizados en mí, en el más puro silencio, en el ritmo constante e inacabado de lo que no se oye nunca, pero mentira es, porque minúsculas erupciones volcánicas me alcanzan aunque se resumen en mí como sugerencias de una suavidad prioritaria.
Me parece que acerté; que he acertado. A veces llego a considerar si todo esto es un sueño; pero no me lo creo. O quizás un producto de la imaginación donde ficción y realidad resultan imposibles de separar. En cualquier caso, uno a veces se siente tan trasladado, tan fuera de sí, que lo que más pueden son los recuerdos, y en estos resulta muy difícil asegurar que su contenido es exclusividad de algo que ha sido vivido. Sería un error interpretarlos así porque su tendencia al engaño se hace a veces insoportable.
Vivo, pues, en una choza aislada del mundo, reclamado tan solo por mí, mesurando mi blanca barba de senectud con los dedos uncidos de arrugas que propone el tiempo.
Debo confesar, en un profundo gesto de interiorización personal, que la gente de este cosmos no ha digerido mi rareza todavía. No esperaba otra cosa. También la soledad, el aislamiento provocado intencionadamente es atacado. Me lo esperaba, como la cigarra arde en deseos de habitar la espiga del trigo cuando la época alcanza.
Es mi última historia; muy probablemente. Y los personajes que por ella desfilan son poco comunes, simulando un perfil, silueta indefinida de lo que somos: seres insaciables, voraces, que pretenden, -desde su lado más oculto- despojarse de las miserias de alguna manera.
HABÍA UNA VEZ UN VIEJO QUE VIVÍA EN UNA CHOZA EN LA LADERA DE UN MONTE…


EL TARTAMUDO

Moisés era tartamudo desde que nació.
Creció como todos los niños de su pueblo, pero en la escuela se entristecía siempre que el maestro le sacaba al encerado y le preguntaba cosas que venían en los libros: los ríos, las montañas, el pronombre y como se juega con los números.
Pero a Moisés la tristeza se le huía de la cabeza en cuanto se sentaba en su pupitre.
Había aprendido de la naturaleza, que el murmullo del río era entrecortado, que la lluvia hablaba cuando le venía en gana, y que el viento tenía un lenguaje intermitente.
Conforme se fue haciendo mayor, fue aprendiendo que en la vida nadie es perfecto: a unos les faltaba una mano, otros caminaban saludando, los ciegos nada veían, los árboles mueren en otoño e incluso la inteligencia, la esperanza y la bondad se proclamaban de muy distintas formas en el alma de los hombres.
El propio amor de sus padres, hermanos y amigos era bien distinto.
Nada en este mundo tenía el privilegio de la equidad.
Por eso, Moisés, no se desesperó nunca porque las palabras que salían de su boca tuvieran el estigma de la torpidez.
Él era así y como se aceptaba, en cierto modo la felicidad se amasaba en él.
- "Lo importante es seguir caminando… ca… mi… nos". Se decía para sí una y otra vez.
Y se hizo mayor.
Y su deseo de saber, no se aquietó. Muy al contrario: expresó a sus padres la necesidad de incorporarse a la Universidad.
- Si tu quieres, vete; le dijeron.
- Quiero ser abogado para defender a los culpables inocentes.
Un silencio brotó en el espacio virtual en el que se teje el amor entre padres e hijos y que se refleja en la mirada compartida del consentimiento.
- Haz lo que te haga feliz.
En el pueblo la gente se preguntó como un muchacho que apenas si podía sacar las palabras, elegía la voz bien expresada para caminar por la vida.
Cundió la perplejidad.
Guiado por su afán de superación, -ya en las aulas-, se presentó a delegado de curso, de Facultad, al Consejo de Estudiantes, percatándose en profundidad por primera vez en su vida del valor de la palabra, y que, con frecuencia, más importante de lo que se dice es la forma de decirlo: vocalización, dicción, morfología, ritmo, intensidad.
Tenía, -pensó-, todas las de perder en el MUNDO DE LAS APARIENCIAS.
Intentó expresarse con frases cortas cuyo contenido fuera bien entendido: "probablemente no sea cierto"; "quizás sea mejor esperar"; "debemos de buscar la verdad".
Pero nunca fue elegido ni delegado de Curso, ni de Facultad, ni del Consejo de Estudiantes.
No le importó. Terminó su carrera. Y cuando se licenció se dió cuenta cada vea con más convencimiento que la gente que hablaba mucho se equivocaba con frecuencia y que el diálogo comedido era un acontecimiento extraño.
Empezó a trabajar con abogados que manejaban la palabra con astucia, picardía y exigencia. Pero en sus corazones predominaba las ansias de poder, de acumular dinero, el rito, la apariencia, todo aquello que escapa a la VERDAD.
Quizás en esto tuvo mala suerte: de todo hay en la vida.
Y regresó.
Retornó al pueblo que le vio nacer.
Y meditó acerca de la existencia, de la relatividad de la palabra, de la autenticidad del silencio y de la estética del viento, del eco de las cosas que le rodeaban con murmullos apenas escuchados y que le daban a su alma más quietud que todas las voces juntas de los hombres.
Y se quedó para siempre en el único sitio.

Antonio López Alonso en la "Antología del relato español", noticia de La Opinión de Zamora


entrevista a Antonio López Alonso en la Agencia ICAL sobre su libro "Soledad de otoño, infancia de silencio"


Reportaje a doble página en Cambio 16 sobre el libro de Antonio López Alonso "A Miguel Hernández lo mataron lentamente", página 1


Reportaja a doble página en Cambio 16 sobre el Libro de Antonio López Alonso "A Miguel Hernández lo mataron lentamente", página 2


Antonio López Alonso en RNE


Antonio López Alonso ha sido entrevistado por el periodista Javier Domingo, para Radio Nacional de España, con motivo de la presentación de sus últimos libros. En la fotografía, en el estudio de RNE en la Casa de América.

Se presentó en la Casa de Zamora de Madrid, "Soledad de otoño, infancia de silencio" de Antonio López Alonso


Se ha presentado en la Casa de Zamora en Madrid, (c.Tres Cruces, 12) la obra ganadora del Primer Premio Internacional Vivendia de Relato, Soledad de Otoño, infancia de silencio del castellano Antonio López Alonso.
La Casa de Zamora estuvo repleta de amigos y admiradores dfe la obra literaria de Antonio López Alonso, quien, por motivos de salud, tuvo que particiapr en el acto con una mascarilla. A pesar de todol el autor zamorano no quiso perderse el contacto con sus amigos y lectores.
Obra intimista, de un gran contenido poético, refleja la dureza de la vida en tierras de Castilla, sus males atávicos, sus enfermedades del cuerpo y del alma, y lo hace con rigor, pero con un lirismo que lo humaniza. Dice las cosas con sencillez y pone las situaciones delante del lector sin demasiados artificios, sin engaños ni concesiones al sentimentalismo, son retratos de momentos instantáneos cercanos a la poesía y reflejan una técnica literaria depurada.
Antonio López Alonso logra en estas 40 historias intimistas, ambientadas en Castilla-León, convertir Castilla en un lugar imaginario, con una imaginería propia.
"Soledad de otoño, infancia de silencio" resultó ganadora del Premio Internacional Vievndia de relato encompetición con 110 obras de 17 países.
Más información: Ediciones Irreverentes http://www.edicionesirreverentes.com

Ediciones Irreverentes publica Soledad de Otoño, infancia de silencio


Obra intimista, de un gran contenido poético, refleja la dureza de la vida en tierras
de Castilla, sus males atávicos, sus enfermedades del cuerpo y del alma, y lo hace con
rigor, pero con un lirismo que lo humaniza. Dice las cosas con sencillez y pone las
situaciones delante del lector sin demasiados artificios, sin engaños ni concesiones al
sentimentalismo, son retratos de momentos instantáneos cercanos a la poesía y reflejan una técnica literaria depurada.
Antonio López Alonso afirmó al recibir el Premio Internacional Vivendia de Relatos
que "Imposible es transformar la realidad en sueños, pero yo he partido de hechos reales y los he convertido en sueños. Son 40 historias intimistas, ambientadas en Castilla-León, que parten de hechos cotidianos y que he pretendido trascender, convertir Castilla en un lugar imaginario, con una imaginería propia". El Jurado del Premio Internacional Vivendia de Relato afirmó que López Alonso es uno de los autores vivos más importantes de la literatura española.

Antonio López Alonso ha tenido recientemente un gran éxito con su novela sobre la clonación "Ecos de un Dios lejano" por la que se le ha comparado reiteradamente con el Premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro y con el gran escritor francés Michel Houellebecq, convirtiéndose en el gran referente español en el tema de la clonación. Anteriormente ha publicado "A Miguel Hernández lo mataron lentamente", un valioso estudio, imprescindible desde ahora para conocer los últimos meses de vida del poeta. Además, es autor de obras como la novela "Tierra de sombras y de luna" finalista y Mención Especial del Jurado del primer Premio Nacional de Novela Ducado de Loeches.
Ha publicado además en Ediciones Irreverentes el excepcional estudio "Carlos II, El Hechizado", la novela "La noche en que el pueblo me quiso matar", y recientemente "Enanos en el Quijote y en el arte". Entre sus éxitos destacan "La angustia de García Lorca" y "Santa Teresa de Jesús, enferma o santa".
Más información Ediciones Irreverentes: http://www.edicionesirreverentes.com

Antonio López Alonso ganador del Primer Premio Internacional Vivendia de relato


El jueves, 15 de noviembre, se ha dado a conoce en el Teatro Buero Vallejo de Guadalajara, el fallo del jurado del I Premio Internacional Vivendia de Relato.
El ganador ha sido el escritor Antonio López Alonso (Trefacio, Zamora 1946). Por su obra "Soledad de Otoño, infancia de silencio".
El primer accésit ha sido para el escritor y periodista de TVE Antonio López del Moral (Madrid 1965), por su obra "En el espejo".
El segundo accésit ha sido para el escritor mexicano Herminio Martínez (Guanajuato, México, 1949) por su obra "Tan oscura noche de tormenta".
Han sido finalistas Santiago Gª Tirado, (Linares, 1967) por Breviario de cafetería" y Carlos Antognazzi, (Santa Fé, Argentina, 1963). Por "Triplex"

Se han recibido 110 libros de relatos de 17 países. 64 libros provienen de España y 46 de los siguientes países: Argentina, Venezuela, Alemania, Uruguay, Perú, México, Cuba, El Salvador, Estados Unidos, Francia, Holanda, Inglaterra, Canadá, República Dominicana, Suiza y Costa Rica.
Ha entregado los premios el alcalde de Guadalajara, Jesús Alique.

Ganador: Soledad de otoño infancia de silencio, autor Antonio López Alonso

Obra intimista, de un gran contenido poético, refleja la dureza de la vida en tierras de Castilla, sus males atávicos, sus enfermedades del cuerpo y del alma, y lo hace con rigor, pero con un lirismo que lo humaniza. Dice las cosas con sencillez y pone las situaciones delante del lector sin demasiados artificios, sin engaños ni concesiones al sentimentalismo, son retratos de momentos instantáneos cercanos a la poesía y reflejan una técnica literaria depurada.

Antonio López Alonso (Zamora) es Catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares y escritor. Ha publicado obras como "Ecos de un Dios lejano",
"A Miguel Hernández lo mataron lentamente", la novela "Tierra de sombras y de luna", finalista y Mención Especial del Jurado del primer Premio Nacional de Novela Ducado de Loeches. Ha publicado además el estudio "Carlos II, El Hechizado", la novela "La noche en que el pueblo me quiso matar", y "Enanos en el Quijote y en el arte". Entre sus éxitos destacan "La angustia de García Lorca" y "Santa Teresa de Jesús, enferma o santa".

Ecos de un Dios lejano en Anales de la Cirugía


10.6.06

Se ha presentado en Madrid la novela “Ecos de un Dios lejano”, una decidida defensa de la clonación


La legalización de la clonación podría permitir la curación de enfermedades como la leucemia, la diabetes y el Párkinson, Sin embargo esta práctica médica aún no es legal ¿Estaría indicada la clonación terapéutica en una paciente de Parkinson, como la joven protagonista de esta novela? ¿Y si el propio médico que coordinara su enfermedad, enfermo de leucemia, también precisara de la debatida clonación? Estas son las repuestas a las que responde Antonio López Alonso en Ecos de un Dios lejano. López Alonso además de escritor es médico, un hombre cualificado y respetado en su profesión, conocedor de los últimos avances de la ciencia, y por si alguien tiene dudas tras leer Ecos de un Dios lejano, es un hombre religioso. Queda expuesto lo anterior, porque en esta novela nos plantea lo que a comienzos del S.XXI aún es una duda; si para salvar la vida de un paciente se puede recurrir a la clonación.
En Ecos de un Dios lejano un médico, profesor universitario, constata que una de las actrices de su grupo de teatro, con sólo 20 años, tiene Parkinson y sólo podrá salvarla la clonación. Él tiene leucemia, pero las ataduras morales –quizá religiosas- que sufre son tan fuertes, que se debate entre la ética del grupo, que les llevaría a ambos a la muerte y la ética de quien ha hecho el Juramento Hipocrático, por la cual, su deber es salvar al paciente cueste lo que cueste.
López Alonso muestra el camino a una sociedad adormecida por dogmas religiosos sin fundamento alguno, por las absurdas opiniones de los políticos, y le plantea una duda a aquellos que impiden que se legalice la clonación; cuando el enfermo es otro, la clonación se considera mala, pero ¿si el que opina y prohibe tuviera leucemia y padeciera hasta su muerte vómitos, caída de pelo, asistir tres veces por semana a la unidad de Oncología, si se pasara toda la mañana con el suero en una vena, viendo cómo una cascada de fármacos lo invaden, depredando sus leucocitos…? ¿Dejaría usted que su padre muriera devorado por el Alzehimer? Si usted dejaría morir a su padre, este libro le va a irritar. Será bueno que lo lea.
Preguntado por los medios de comunicación presentes en el acto sobre su separación de algunas posturas de la Iglesia, López Alonso afirmó "yo soy católico, pero ante todo soy un hombre libre. Yo he hecho un juramento hipocrático y mi obligación es sanar a mis enfermos".
Cuestionado sobre la mejora en la vida de los hombres que traería la clonación dijo "gracias a la clonación los hombres podremos vivir doscientos años, aunque por ahora, quizá el promedio de aumento de vida sea de diez años."
Ante los problemas que la clonación no es aún capaz de solucionar, como el posible aumento de tumores, el autor afirmó que "aún estamos empezando con la clonación y por lo tanto es necesario perfeccionar el sistema, lo que está claro es que si los gobiernos legalizan la investigación y la dotan de fondos, los avances serán espectaculares. Se abre un nuevo mundo ante nosotros y depende de que los políticos y las religiones dejen de impedir el avance de la ciencia el que vivamos en un mundo mejor."
Antonio López Alonso nace en Trefacio de Sanabria (Zamora). Es Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el Premio Extraordinario. En 1982 ganó la cátedra de Traumatología y Cirugía ortopédica de la Universidad de la Laguna, y fue Fellowship en la Universidad de Oxford. En 1983 obtuvo el Premio Nacional de Investigación de la Sociedad Española de Ortopedia y Traumatología. En 1988 obtiene la cátedra de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente ejerce como catedrático de Traumatología y Cirugía Ortopédica en la Facultad de Medicina en Alcalá, facultad de la que fue Decano. Es miembro de la Sociedad de Médicos Escritores y desarrolla una interesante actividad de dirección teatral
López Alonso ha publicado "A Miguel Hernández lo mataron lentamente", un estudio, imprescindible para conocer los últimos meses de vida del poeta. Además, es autor de obras como la novela Tierra de sombras y de luna finalista y Mención Especial del Jurado del primer Premio de Novela Ducado de Loeches. Ha publicado en Ediciones Irreverentes el excepcional estudio Carlos II, El Hechizado, la novela La noche en que el pueblo me quiso matar, y recientemente Enanos en el Quijote y en el arte. Entre sus éxitos destacan "La angustia de García Lorca" y "Santa Teresa de Jesús, enferma o santa".



5.6.06

Hoy se presenta Ecos de un Dios lejano

Hoy, martes, 6 de junio, a las 20h, se presentará la novela "Ecos de un Dios lejano" de Antonio López Alonso; una novela que tiene como tema central la clonación. Un médico, enfermo de leucemia, y una de sus alumnas, enferma de Parkinson agresivo, sólo tienen una oportunidad de vivir; la clonación, algo prohibido en España. ¿La sociedad española les permitirá vivir o les condenará a la muerte?
"Ecos de un Dios lejano" será presentada, junto a Antonio López Alonso, por el escritor Miguel Angel de Rus y por José Luis Martín Rodríguez, presidente de la Casa de Zamora en Madrid.

Lugar: Casa de zamora de Madrid, C. Tres Cruces, 12
6 de junio, martes, 20h
Al final del acto se servirá un vino español


Antonio López Alonso nace en Trefacio de Sanabria (Zamora). Es Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el Premio Extraordinario. En 1982 ganó la cátedra de Traumatología y Cirugía ortopédica de la Universidad de la Laguna, y fue Fellowship en la Universidad de Oxford. En 1983 obtuvo el Premio Nacional de Investigación de la Sociedad Española de Ortopedia y Traumatología. En 1988 obtiene la cátedra de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente ejerce como catedrático de Traumatología y Cirugía Ortopédica en la Facultad de Medicina en Alcalá, facultad de la que fue Decano.Es miembro de la Sociedad de Médicos Escritores y desarrolla una interesante actividad de dirección teatral en el ámbito universitario.
Entre sus libros publicados cabe destacar: A Miguel Hernández lo mataron lentamente, Carlos II El hechizado, Tierra de sombras y de luna, (novela con la que fue finalista del Premio Ciudad Ducal de Loeches en su primera edición, ganado por Francisco Nieva) La noche en que el pueblo me quiso matar, Enanos en El Quijote y en el arte, todos ellos publicados por Ediciones Irreverentes, así como La angustia de García Lorca (EDAF) y Santa Teresa de Jesús, enferma o santa (Universidad de Alcalá de Henares).

25.4.06

Sobre la inmortalidad

La inmortalidad está más cerca que nunca... mucho más cerca de lo que podrían haber creído quienes crearon y difundieron las religiones del Libro.
La inmortalidad está enmanos de la ciencia, lo que es lo mismo; del hombre.
Antonio López Alonso además de escritor, es médico, un hombre cualificado y respetado en su profesión, conocedor de los últimos avances de la ciencia, y por si alguien tiene dudas tras leer su póximo libro, Ecos de un Dios lejano, es un hombre religioso; lo cual no le impide hacer una apuesta decidida por la clonación.
Su próximo libro aparecerá a finales de mayo. Desde el momento de su lectura, se habrá adquirido un compromiso con la inmortalidad.
¿Dejaría usted que su padre muriera devorado por el Alzehimer? Si usted dejaría morir a su padre, este libro le va a irritar. Será bueno que lo lea. Es una novela que incita al pensamiento autónomo, o lo que es lo mismo, al único espacio de libertad que parece quedarnos.
Quizá López Alonso se haya adelantado a su tiempo; pero se volverá a este libro, sin duda, para intentar comprender cómo a principios del S.XXI, una parte de la sociedad, y de los médicos, se oponían, sin un solo argumento racional, a salvar al enfermo gracias a la clonación.
A finales de mayo, tienes una cita con uno delos dos libros fundamentales para comprender el futuro humano; uno es La posibilidad de un isla, de Houllebecq; el otro, Ecos de un Dios lejano, de Antonio López Alonso.
No pierdas la pista a este blog. Comienza una nueva Era.

25.3.06

II PREMIO DE CUENTOS ANTONIO LOPEZ ALONSO

El Vicerrectorado de Extensión Universitaria y la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá, con el objetivo de promover e incentivar la producción literaria en el ámbito de la narrativa, convoca el II PREMIO DE CUENTOS ANTONIO LOPEZ ALONSO, que se regirá por las siguientes BASES: Del cuento:
1.- Los cuentos, de tema libre y escritos en lengua castellana, serán originales, inéditos y no presentados –con el mismo o distinto título- a ningún otro certamen pendiente de resolución.
2.- Los trabajos se presentarán por triplicado, impresos a doble espacio (tipo de letra Times New Roman, cuerpo 12) por una sola cara, y cuya extensión no excederá los 10 folios.
3.- Los originales se remitirán por correo certificado a: Decanato de la Facultad de Medicina. Universidad de Alcalá. Campus Externo.28871 Alcalá de Henares (Madrid).
4.- Los cuentos se identificarán solamente con su título y con el lema elegido por el autor, careciendo de firma o de cualquier otro detalle que pudiera desvelar su identidad. En otro sobre aparte –en cuyo exterior se repetirá el lema-, se adjuntará una nota con el nombre, dirección y número de teléfono del escritor, así como un documento acreditativo de ser estudiante de Medicina en el curso 2005/2006. En este sobre se incluirá una declaración del autor en la que se asegure no tener comprometidos los derechos de la obra presentada. El plazo de recepción de originales finalizará 6 de abril de 2006.
Del premio:
1.- Se establece un único premio de 1200 € para el relato ganador, sujeto a la legislación fiscal vigente. El premio podrá ser declarado desierto.
2.- El acto oficial de entrega se hará el 19 de mayo de 2006, día de la Fiesta Patronal de la Licenciatura de Medicina de la Universidad de Alcalá.
Del autor:
1.- Podrán presentarse al Premio de Cuentos Antonio López Alonso todos los estudiantes de Medicina de cualquiera de las facultades españolas que lo deseen y cumplan las bases de la presente convocatoria, excepto los ganadores de las ediciones anteriores.
2.- Cada autor presentará un máximo de dos cuentos.
Del jurado:
1.- El Vicerrectorado de Extensión Universitaria y el Decanato de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá designarán un Jurado compuesto por personas de reconocido prestigio en el campo de las letras, de la crítica literaria y de la docencia.
2.- El jurado hará público el nombre del ganador del Premio de Cuentos Antonio López Alonso el 5 mayo de 2006, siendo su fallo inapelable.
Ni el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, ni el Decanato de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá mantendrán correspondencia con los autores de los trabajos presentados a concurso ni devolverá los originales no premiados, que serán destruidos tras el fallo del jurado.
Participar en este premio supone la aceptación de sus bases, cuya interpretación final quedará a juicio del Jurado.
En Alcalá de Henares a 1 de febrero de 2006
Secretaría del Decanato Facultad de Medicina Campus Externo Universidad de Alcalá 28871 Alcalá de Henares (Madrid)Tel: 91 885 4505Fax: 91 885 4543 decanato.medicina@uah.es

22.2.06

El viernes, 24 de febrero, se presenta en Orihuela "A Miguel Hernández lo mataron lentamente"

El libro, de gran dureza, recoge citas de Miguel Hernández como aquella en la viéndose la cabeza cagada por las ratas se dijo: "¡qué poco vale uno ya! Hasta las ratas se suben a ensuciar la azotea de los pensamientos. Esto es lo que hay de nuevo en mi vida: ratas. Ya tengo ratas, piojos, pulgas, chinches, sarna. Este rincón que tengo para vivir será muy pronto un parque zoológico, o mejor dicho, una casa de fieras..."

Antonio López Alonso, presentará su estudio "A Miguel Hernández lo mataron lentamente" (Ediciones Irreverentes) el próximo viernes, 24 de febrero, a las 19,45h, en la librería Códex de Orihuela. Presentarán el acto el novelista Miguel Angel de Rus y un representante de la Fundación Miguel Hernández.
Para López Alonso "es un orgullo poder presentar este libro en Orihuela, en la tierra de Miguel Hernández; porque creo que es el principal lugar al que hay que ir para hablar de Miguel, pero también por una cuestión afectiva. He dedicado mucho tiempo a preparar esta obra, he trabajado mucho sobre Miguel y sobre Orihuela, y espero que el encuentro con la gente de la tierra sirva para enriquecernos todos y para que nos encontremos todos, de nuevo, con la obra de Miguel".
El autor no oculta una cierta preocupación ante la acogida que puedan tener las afirmaciones recogidas en el libro, en ocasiones de gran dureza, pero reales y basadas en abundante bibliografía. Antonio López Alonso denuncia las condiciones infrahumanas en que Miguel Hernández estuvo en la cárcel, <>
Uno de los momentos más duros de la vida de Miguel Hernández en la cárcel es, según López Alonso <>
El título del libro, que evoca una intención criminal en sus carceleros es explicado así por López Alonso: "he usado esta forma de expresar cómo se le destrozó la salud durante su paso por las cárceles franquistas en homenaje a lo que dijo Pablo Neruda cuando le preguntaron cómo había muerto Miguel Hernández, a lo que contestó que lo habían ajusticiado lentamente. Efectivamente, se dieron las circunstancias en las terribles cárceles de la postguerra para que Miguel Hernández muriera del modo más doloroso».
Para López Alonso, "lo más terrible fue que se le impidió ver a su hijo. Eso fue un sufrimiento terrible. Sólo pudo verle una vez, justo antes de morir, cuando el corazón casi ni le latía".
Orihuela, librería Códex, C.Santa Justa, 15
Más información en la web de la Fundación Miguel Hernández: http://www.miguelhernandezvirtual.com/notas_prensa/index.php

18.2.06

Antonio López Alonso en Orihuela, para presentar "A Miguel Hernández lo mataron lentamente"

( Foto Paco Manzano)
Para Antonio López Alonso "es un orgullo poder presentar este libro en Orihuela, en la tierra de Miguel Hernández; porque creo que es el principal lugar al que hay que ir para hablar de Miguel, pero también por una cuestión afectiva. He dedicado mucho tiempo a preparar esta obra, he trabajado mucho sobre Miguel y sobre Orihuela, y espero que el encuentro con la gente de la tierra sirva para enriqecernos todos y para que nos encontremso todos, de nuevo, con la obra de Miguel".

Presentación en la librería Codex, de Orihuela, del libro "A Miguel Hernández lo mataron lentamente"

La librería Códex, de Orihuela, regentada por Vicente Pina (en la foto), acogerá la celebración de la charla de presentación del libro "A Miguel Hernández lo mataron lentamente", del catedrático de medicina Antonio López Alonso. Junto al autor, se prevé contar con la presencia de un representante de la Fundación Miguel Hernández y con el director editorial de Ediciones Irreverentes.
El acto tendrá lugar el viernes, 24 de febrero. Comenzará a las 19,45h. La librería Códex está en la C.Santa Justa, 15, enfrente de la Iglesia del mismo nombre y del Ayuntamiento.
El libro no trata sólo de la historia de la época, sino que es, sobre todo, un estudio médico sobre el proceso de la muerte del poeta y de las condiciones en las cárceles de los años cuarenta en España. En Madrid fue presentado por Virgilio Zapatero, y en rueda de prensa por el escritor Miguel Angel de Rus. Ante las dificultades de agenda del autor, esta es por elmomento la única presetación que se hará fuera de Madrid.
Para más Información: http://lopezalonso.blogspot.com/

20.1.06

LÓPEZ ALONSO Y MIGUEL ANGEL DE RUS PRESENTAN A LOS MEDIOS EN EL ATENEO DE MADRID, "A MIGUEL HERNANDEZ LO MATARON LENTAMENTE"

El autor muestra, paso a paso, cómo las pésimas condiciones sanitarias y alimenticias de las cárceles franquistas llevaron a la muerte al poeta de Orihuela
Para López Alonso, "lo más terrible fue que se le impidió ver a su hijo. Eso fue un sufrimiento terrible. Sólo pudo verle una vez, justo antes de morir, cuando el corazón casi ni le latía".
Antonio López Alonso, autor de "A Miguel Hernández lo mataron lentamente" (Ediciones Irreverentes) explicó ante los medios de comunicación el por qué del título del libro "he usado esta forma de expresar como se le destrozó la salud durante su paso por las cárceles franquistas en homenaje a lo que dijo Pablo Neruda cuando le preguntaron cómo había muerto Miguel Hernández, a lo que contestó que lo habían ajusticiado lentamente. Efectivamente, se dieron las circunstancias en las terribles cárceles de la postguerra para que Miguel Hernández muriera del modo más doloroso».
El escritor Miguel Angel de Rus fue el presentador del libro y se expresó en términos de similar dureza. "López Alonso demuestra con datos que hubo torturas en las cárceles de la dictadura, pero no como las torturas que vemos en la cárcel norteamericana de Guantánamo, sino una tortura más primitiva; se hacía padecer a los presos republicanos unas pésimas condiciones higiénicas, teniendo una letrina para cada doscientos presos, la alimentación era casa inexistente, tenían una taza de agua cada tres días, el agua era insalubre… incluso se les hacía beber aguas residuales. Estaban tan hacinados, que dormían los unos sobre los otros y a veces sucedía que al despertar, un preso descubría que había dormido sobre el cadáver de un compañero".
Miguel Hernández, uno de los más grandes poetas españoles, murió como consecuencia directa de la Guerra Civil española. No fusilado, aunque estuvo condenado a muerte, sino como resultado de su encarcelamiento. Antonio López Alonso hace un estudio extraordinario de las cárceles como método represivo de los vencedores en la posguerra, del tránsito carcelario del preso Miguel Hernández como clave esencial de su enfermedad, nos muestra con datos cómo sufrió problemas cerebrales y cómo la tuberculosis acabó con él, como hiciera con tantos otros presos. En este libro, el autor utiliza las palabras del propio Miguel Hernández para describir cómo apenas podía dormir en la cárcel, porque las ratas pasaban sobre su cuerpo e incluso cagaban sobre su cabeza.
Dispéptico gastrointestinal, jaquecoso, probablemente, en el trasfondo de ambos cuadros, víctima de ansiedad. En los últimos días de noviembre, de 1941, Miguel, ya en Alicante, enferma de tifoidea e ingresado en la enfermería del Reformatorio, López Alonso relata cómo le asiste el doctor José Mª Miralles, quien ante el cuadro diarréico intenso del poeta y la fiebre alta, prescribe tratamiento, cediendo el cuadro intestinal diarréico, pero no la fiebre, asociada a un cuadro de intenso cansancio. En realidad, una vez superada la infección intestinal tifoidea, es cuando la tuberculosis pulmonar aguda hizo su aparición. Miguel Hernández empezó a ser tuberculoso a finales de noviembre de 1941. Lo que es claro es que los pocos años que transitó de una cárcel a otra, especialmente desde Palencia hacia adelante, sufrió una serie de condicionantes o factores exógenos que le hicieron padecer un cuadro infeccioso pulmonar no tuberculoso en Palencia, un probable cuadro bronquítico agudo en Ocaña, tampoco tuberculoso y una tifoidea en Alicante.
La tuberculosis pulmonar de finales de noviembre del 41, hay que enclavarla en ese contexto de presidiario, en un ambiente epidemiológico de hacinamiento, sufrimiento moral, espacio cerrado, y hambruna, que fueron minando poco a poco las defensas de Miguel hasta matarlo sin necesidad de fusilarlo. Es una biografía desde el punto de vista médico, es decir, una patografía, en la que traza una teoría médica sobre la muerte del escritor, que establece que éste murió de tuberculosis «debido a las circunstancias de hambre y hacinamiento que había en las cárceles españolas en esa etapa, entre 1936 y 1942. Miguel Hernández murió en la cárcel de Alicante, con la eclosión de la enfermedad, que ya venía arrastrando en todo el tránsito carcelario, en Palencia y Ocaña».
Para López Alonso, "lo más terrible fue que se le impidió ver a su hijo. Eso fue un sufrimiento terrible. Sólo pudo verle una vez, justo antes de morir, cuando el corazón casi ni le latía".

Más información: http://www.edicionesirreverentes.com

INVESTIGACIÓN MÉDICA
«Las circunstancias de la cárcel mataron a Miguel Hernández»

López Alonso presenta hoy en el Ateneo de Madrid su libro sobre el poeta oriolano


El motivo de la muerte del poeta alicantino Miguel Hernández es el punto de partida del libro «A Miguel Hernández lo mataron lentamente», del médico cirujano, catedrático en la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá (Madrid) y ex decano de la misma, Antonio López Alonso. El libro se presenta hoy en el Ateneo de Madrid.El autor se pregunta de qué fue consecuencia la tuberculosis que llevó a la muerte a Miguel Hernández, «teniendo en cuenta los antecedentes y manejando datos que intentan demostrar la patología del poeta».López Alonso ha escrito una biografía desde el punto de vista médico, es decir, una patografía, en la que traza una teoría médica sobre la muerte del escritor, que establece que éste murió de tuberculosis «a consecuencia de las circunstancias de hambre y hacinamiento que había en las cárceles españolas en esa etapa, entre 1936 y 1942».Este autor afirma que «el poeta murió en la cárcel de Alicante, con la eclosión de la enfermedad, que ya venía arrastrando en todo el tránsito carcelario, en Palencia y Ocaña».El catedrático rebate en el libro otros documentos «que relacionan dolencias durante la vida de Miguel Hernández con su muerte». Este autor contradice estas versiones, afirmando que «no hay ninguna duda de que la enfermedad se contrajo en la cárcel y las condiciones en ésta provocaron un deterioro del sistema inmunológico». Un ejemplo es «la carta que en 1936 le envía Miguel Hernández a su mujer Josefina, en la que relata una infección de estómago que algunos autores relacionan con el inicio de la tuberculosis. En mi opinión sólo era un trastorno de ansiedad, como lo llamaríamos ahora».Antonio López Alonso ha utilizado para escribir esta obra información de revistas especializadas, publicaciones sobre la biografía de Miguel Hernández y documentación sobre la enfermedad, «he acudido para ello al Archivo Histórico Nacional, a la Biblioteca Nacional y al Ateneo de Madrid».En este libro aparecen dos ámbitos que se funden, según el propio autor, «lo médico recubierto de lo estrictamente literario». Su intención, manifiesta, «no era hacer un libro de medicina». También dice a este respecto que «ha habido un intento de mezclarlo con la obra poética de Miguel Hernández y Lorca».El título de la obra, está adaptado de «lo que dijo Neruda cuando le preguntaron cómo había muerto Miguel Hernández, a lo que contestó que lo habían ajusticiado lentamente».

19.1.06


Antonio López Alonso publica un nuevo libro en Ediciones Irreverentes, A Miguel Hernández lo mataron lentamente. Miguel Hernández, uno de los más grandes poetas españoles, murió como consecuencia directa de la Guerra Civil española. No fusilado, aunque estuvo condenado a muerte, sino como resultado de su encarcelamiento. Antonio López Alonso hace un estudio extraordinario de las cárceles como método represivo de los vencedores en la posguerra, del tránsito carcelario del preso Miguel Hernández como clave esencial de su enfermedad, nos muestra con datos cómo sufrió problemas cerebrales y cómo la tuberculosis acabó con él, como hiciera con tantos otros presos. En este libro, el autor utiliza las palabras del propio Miguel Hernández para describir cómo apenas podía dormir en la cárcel, porque las ratas pasaban sobre su cuerpo e incluso cagaban sobre su cabeza. López Alonso denuncia con una prosa de gran calidad uno de los episodios más negros de la reciente historia de España. Documentado, veraz A Miguel Hernández lo mataron lentamente, está destinado a convertirse en referencia obligada para quien quiera conocer al poeta, sus circunstancias vitales, su entorno y un tiempo en que España decidió enloquecer y matar a algunos de sus mejores hijos.
Virgilo Zapatero y J.L. Abellán presentarán el libro en el Ateneo de Madrid

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18.1.06

La universidad de Alcalá crea el Premio de Cuentos Antonio Lóez Alonso

La universidad de Alcalá ha creado el Premio de Cuentos Antonio López Alonso para Estudiantes de Medicina de Universidades Españolas. Lo convoca el vicerrectorado de Extensión Cultural y Universitaria de la Universidad de Alcalá y el Decanato de la Facultad de Medicina e reconocimiento al trabajo del doctor López Alonso en el campo de la medicina y como autorliterario.

Acto en el hotel Palace de Madrid

Antonio López Alonso recibe la Mención Especial del Jurado (Foto Paco Manzano)

Antonio López Alonso recibió la placa que le acredita como Finalista del Premio de Novela Ducado de Loeches y Mención Especial del Jurado en un acto que tuvo lugar en el hotel Palace de Madrid. El jurado reconoció el gran valor literario de la obra y su recuperación del entorno rural para la novela. Recibe la placa de manos de un represetante de GESTESA.

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Premio Ciudad Ducal de Loeches: http://ciudadducal.blogspot.com/

23.12.05

Antonio López Alonso y Francisco Nieva presentan juntos la novela ganadora y finalista del Premio Ducado de Loeches

López Alonso y Francisco Nieva (Foto Paco Manzano)
Antonio López Alonso y Francisco Nieva, tras la presentación de sus respectivas novelas, Tierra de sombras y de luna, finalista y Mención Especial del jurado, y La mutación del primo mentiroso, obra ganadora. El novelista Miguel Angel de Rus fue el presentador de las obras en un acto que tuvo lugar en el café El Espejo, de Madrid.

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Tierra de sombras y de luna, de Antonio López Alonso, Mención Especial del jurado del Premio Ducado de Loeches

"Tierra de sombras y luna”, obra finalista del Premio de Novela Ducado de Loeches y Mención Especial del Jurado, transcurre en Guajara, un pueblo inexistente -al modo de Macondo- que se localiza en un lugar indeterminado de León y que representa lo más oscuro de la España interior. La novela, que transcurre en los años de la guerra civil y la dictadura, arranca con la llegada a España de un hombre huido de México que busca un pequeño pueblo en el que jubilarse convertido en ganadero. Esta retirada al pueblo remoto es una primera aceptación de la muerte. El mexicano se enamora de una muchacha que a los diecisiete años queda huérfana y que durante más de una década había obedecido la orden de su madre de no dejarse engañar por los hombres, quienes no traen más que palabras y las palabras producen dolor. El amor entre la muchacha y el mexicano es fulminante y como todo amor fulminante parece destinado a ser breve. El mexicano había intentado vivir sin sentimientos, o lo que es lo mismo, sin dolor, pero al enamorarse de la muchacha comenzará a saber lo que es la angustia, la inquietud, la tortura. La muerte colectiva, la degeneración de una España que había perdido todos los límites morales y que era pura violencia, se convierten en metáfora de la realidad. Es una novela de extrema violencia y crueldad en la que se refleja el escaso valor de la vida humana, y que posee una capacidad poética extraña en esta época, lo que hace de ella una obra de un especial valor, inquietante e incitante para el lector.
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14.12.05

Francisco Nieva, ganador del Premio Ciudad Ducal de Loeches, López Alonso Mención especial del Jurado

López Alonso recibe la Mención especial del Jurado


Francisco Nieva es el ganador de la primera Edición del Premio Nacional de Novela Ducado de Loeches, por su obra "La mutación del primo mentiroso o El estilo que mata". El anuncio del fallo del premio fue hecho en la madrugada del viernes al sábado, en el hotel Palace de Madrid, por el escritor Miguel Angel de Rus.
La novela "Tierra de sombras y de luna", del escritor zamorano Antonio López Alonso recibió una mención especial del jurado.
La dotación del certamen es de 60.000 €, estableciéndose un premio para el ganador dotado con 18.030 €.
En esta primera edición han participado ochenta escritores. Las novela participantes habían de ser inéditas, estar escritas en español y presentarse sin la firma del autor, sustituida por lema o seudónimo acompañados de plica cerrada. E
entre los finalistas estaban los escritores Antonio López del Moral, Jordi Sabaté, Juan Antonio Bueno Álvarez, Juana Pines, Javier Sahagún y J. Antonio Ramírez Lozano.

La noche en que el pueblo me quiso matar, un drama rural

Antonio López Alonso presentó en el madrileño Café El Espejo su novela "La noche en la que el pueblo me quiso matar", en la que, al modo de Bulgakov en su "Morfina", hace una descripción apasionante de la vida rural y de las traumáticas experiencias de un médico criado en el entorno urbano, que se enfrenta a un mundo tan cercano como desconocido. Un error médico, una muerte en un parto, el miedo, las drogas como única salida, la muerte que espera omnipresente, una muerte anunciada, en la que el pueblo entero quiere tomar parte, son las claves de esta novela que nos recuerda que la llamada civilización no es sino un ligero barniz que apenas tapa las impurezas de la condición humana, nuestra propensión a la violencia y a la venganza. López Alonso, como Bulgakov, -aunque con influencias literarias como la de Juan Rulfo- contrapone en esta novela la energía del hombre de ciencia con el mundo de la inercia, de la incultura, de las tinieblas. Aunque el lector crea saber hacia qué desenlace se encamina, no podrá evitar pasar la página una y otra vez en busca de la verdad sospechada, esa verdad que por políticamente incorrecta, nos queremos ocultar a nosotros mismos.
El escritor mexicano Juan Patricio Lombera afirmó al hacer la presentación que "este libro está en la línea de Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez, porque se supone previsible el final con muerte, pero hay reiteradas ocasiones en que se lleva a pensar al lector que puede tener una salida. El autor juega con el lector y mantiene, e incluso incrementa, su tensión. López Alonso tiene claras influencias de Rulfo, a quien se asemeja en el perfecto uso del habla rural y en la condensación del lenguaje."
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Carlos II, El Hechizado, el rey que se creía poseído por el demonio

Ediciones Irreverentes inicia su colección Aqueronte con el extraordinario estudio sobre "Carlos II, el hechizado" de Antonio López Alonso, quien describe con abundante bibliografía y de un modo tan ameno como profundo la infancia y adolescencia del malhadado rey, sus enfermedades que llevaron al pueblo a creer que estaba hechizado; las intrigas cortesanas que sufrió; sus desgraciados matrimonios con Mª Luisa de Orleans y con Mª Ana de Neoburgo y cómo nada pudieron hacer por él ni la medicina tradicional, ni la alternativa, ni los exorcismos que tuvo que sufrir en tiempos de oscurantismo en la que las supersticiones religiosas luchaban contra los avances de la ciencia.
Antonio López Alonso hace un estudio apasionante sobre la enfermedad y muerte de Carlos II, uno de los personajes de la historia de España que más leyendas ha inspirado y ejemplo máximo de la decadencia de la monarquía en una época de grandes cambios en Europa. López Alonso cita a los mejores especialistas de cada época para hacer un análisis de la figura del desgraciado monarca, como cuando pone en boca del Duque de Maura que "Las revelaciones de Satanás se reducían a esto: El Rey se halla, en efecto, doblemente ligado por obra maléfica, para engendrar y para gobernar. Se le hechizó cuando tenía catorce años con un chocolate en el que se disolvieron los sesos de un hombre muerto para quitarle la salud y los riñones, para corromperle el semen e impedirle la generación."
Incluso se menciona la autopsia de Carlos II para darnos a conocer la realidad de un rey al que el pueblo creía hechizado pero que era, en verdad, un tristísimo enfermo. "La autopsia es, en cierto modo, confirmativa de esta presunción. Carlos II tenía lesiones pulmonares evidentes, y una generalización también evidente que se acusa en testículos y meninges y que nos podría explicar algunos trastornos de los últimos de su vida y su impotencia "generandi". (…) Por confidencias de ambas reinas se ha llegado a conocer que Carlos II no tenía una verdadera impotencia "coeundi", aunque sí en cierto modo "erigendi" de origen psíquico. Lo que sí parece evidente es que padecía una impotencia "generandi" y su esterilidad tenía un fondo orgánico manifiesto. Estaba afectado de un síndrome de insuficiencia testicular".
Las intrigas de las cortes europeas, que enviaban espías a España haciéndose pasar por exorcistas, son perfectamente descritas por López Alonso, que hace un retrato desgarrado de un rey y de una España que supusieron un final de época.
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Artículo de López Alonso publicado en El Mundo

CARLOS II, EL REY AL QUE TODOS CREYERON HECHIZADO

Cuando murió, el 1 de noviembre del año 1700, Carlos II no tenía ni siquiera 39 años. Parecía una anciano de 90. La enfermedad se ensaña con el cuerpo biológicamente inerte, y el último Austria fue sufriendo año tras año diferentes grupos morbosos que hicieron de su vida la de un personaje huidizo y melancólico. Un desecho de hombre. Los años que vivió se injertaron en su mundo de una manera rápida, fulminante. Cada año multiplicado por 10. Raquitismo, trastornos gastrointestinales, hidropesía... En realidad, lo sorprendente no es que muriera con menos de 39 años y apariencia de anciano, sino que llegase a vivir esos casi 39 años.Había nacido en 1661. El 6 de noviembre de aquel año, comiendo en la mesa, Doña Mariana de Austria, sobrina y esposa de Felipe IV, empezó con dolores de parto. Fue un alumbramiento fácil y rápido, y en un breve espacio de tiempo, el rey se encontró con un heredero varón. Bautizado con el nombre de Carlos, la Historia acabaría conociéndolo como El Hechizado.Fue un niño debilitado. La tara de la consanguinidad predispone a niños débiles en lo físico y en lo psíquico. Esta circunstancia innegable propició una crianza complicada y difícil. Carlos II precisó de hasta 14 amas para la lactancia. Su prognatismo facial, evidente ya de niño como en todos los Austrias, dificultaba en extremo aquélla. Es más, algunas amas de cría solicitaron ser relevadas, pues el niño trituraba sus mamas y pezones sin comedimiento.Hasta los cuatro años no se destetó el pequeño príncipe Don Carlos, y los huesos del cráneo aún no estaban soldados a los tres años. Fue en aquella época cuando el embajador francés en Madrid dirigió una carta a Luis XIV en la que comunicaba que, poco antes de cumplir los cinco años, el heredero al trono español «seguía sin saber todavía ponerse de pie al andar».
SATIRAS Y COPLILLAS
El testimonio del diplomático coincide con otros de la época. Degeneración biológica, debilidad física, fontanelas craneales sin cerrar e imposibilidad de caminar hasta bien entrada la primera infancia. La debilidad extrema y esta tardanza en el andar inclinan a pensar en un niño raquítico. Retardo motor, cabeza grande por hidrocefalia, desarreglos intestinales... Males que se corrigen bien hoy, pero no en la época que le tocó vivir a Carlos II y que le dejaron secuelas para el resto de su vida.Y así, invadido de una debilidad extrema, su deteriorada salud, escasa energía y limitación funcional le convirtieron en objeto de sátiras y coplillas por parte del pueblo. Como la que decía: «El Príncipe, al parecer, / por lo endeble y patiblando / es hijo de contrabando / pues no se puede tener».Don Carlos fue desde niño un ser insulso y torpón, con voluntad muy limitada e inteligencia escasa. Melancólico y callado, su adolescencia no estuvo exenta de raptos de cólera ante estímulos nimios.Alonso Fernández lo trata de oligofrénico. Yo prefiero definirlo como ser humano por defecto. Abúlico y penetrable. Inmensamente indiferente. Indoloro. Pero, ¿hasta qué punto oligofrénico?Cuando su madre consiguió que Don Juan José de Austria -hermanastro de Carlos II fruto de la unión de Felipe IV con una actriz- fuese enviado a las guerras del sur de Italia, Carlos II escribió a Don Juan, sin que su madre lo supiera, rogándole que permaneciera a su lado, apoyándole. Mariana de Austria había controlado a su hijo desde siempre, pero ahora el rey eludía tal control.¿No era un oligofrénico, un retrasado mental? ¿Cómo puede entenderse, pues, que rechazara el criterio de su madre y reclamara la ayuda de su hermanastro, odiado por aquélla?Pero aún hay más. Un débil mental se caracteriza, entre otras cosas, porque es muy superficial en sus sentimientos. Y Carlos II no lo fue. Su matrimonio con la francesa María Luisa de Orleans, su primera esposa, no fue un tema periférico para el rey. Fue un asunto profundo, hondo, entrañable durante los poco más de nueve años que duró, desde noviembre de 1679 hasta la muerte de la Orleans, en febrero de 1689. Siendo esto así, los médicos tenemos que cuestionarnos dónde estuvo la frontera de la oligofrenia de Carlos II.Fue pasando la vida del monarca, y en el verano de 1689 se casó con María Ana de Neoburgo, de familia prolífera. Pero tampoco llegaron los hijos con este segundo matrimonio. Y eso fue lo que terminó de hechizar a Carlos II. El tema de su fertilidad podría habérsele achacado a María Luisa, pero con María Ana, cuya madre había tenido 24 embarazos, el pueblo empezó a colocarlo bajo sospecha: él era el impotente.El rey, en su inmensa soledad, perdió la escasa credibilidad que tenía como hombre. Y tanta presión recibió en el mensaje que él mismo se lo creyó. Él mismo asumió el papel de su infertilidad, y él mismo se envolvió en una masacre de demonios, brujas y hechiceros: El Hechizado. Por impotente.


UN SOLO TESTICULO

Si difícil es en ocasiones, decía Marañón, hacer un diagnóstico fiable a la cabecera del enfermo, cuánto más estaremos los médicos sometidos al error al manejar referencias más o menos distantes en el tiempo.García-Argüelles y Alonso Fernández, sin embargo, sí se atreven a juzgar la impotencia de Carlos II como de causa orgánica, por alteración en la secreción testicular. En la necropsia, en cualquier caso, sí se confirma la existencia de un solo testículo, que está, además, claramente afectado: «Un solo testículo, negro como el carbón».En los últimos cuatro años, la maltrecha salud de Carlos II empeoró. Diferentes accesos palúdicos, trastornos gastrointestinales y una insuficiencia cardiaca que terminó en hidropesía se entrecruzaron. Autores como Rico-Avello apuntan que el adelgazamiento, las diarreas, cólicos y vómitos pueden deberse a un proceso tuberculoso.Lo cierto es que Carlos II tuvo dispepsia gastrointestinal toda su vida. Quizá fuese el personaje con prognatismo más acusado de todos los Austrias, y eso complica la masticación. Su afición desmedida al chocolate y los periodos de glotonería intermitentes terminaron de favorecer los problemas digestivos.Pero fue su corazón lo que le llevó a la muerte. «Al rey se le para el corazón y empeora visiblemente. Se le hinchan el vientre, las piernas y la cara», dijo su médico flamenco, el doctor Geelen.Hidropesía la llamaban entonces. Retención de líquidos, edema, ascitis por insuficiencia cardiaca progresiva, decimos ahora.«Le han hallado todas las entrañas... y el corazón tan consumido y seco...», se lee en el Diario de la enfermedad del rey Don Carlos II.

Puede ver el artículo en la edición digital de El Mundo:

http://telva.elmundo.es/cronica/2003/394/1052048240.html

13.12.05

Antonio López Alonso, biografía

Antonio López Alonso nace en Trefacio de Sanabria (Zamora). Es Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el Premio Extraordinario. En 1982 ganó la cátedra de Traumatología y Cirugía ortopédica de la Universidad de la Laguna, y fue Fellowship en la Universidad de Oxford. En 1983 obtuvo el Premio Nacional de Investigación de la Sociedad Española de Ortopedia y Traumatología. En 1988 obtiene la cátedra de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente ejerce como catedrático de Traumatología y Cirugía Ortopédica en la Facultad de Medicina en Alcalá, facultad de la que fue Decano.
Es miembro de la Sociedad de Médicos Escritores y desarrolla una interesante actividad de dirección teatral en el ámbito universitario.
Entre sus libros publicados cabe destacar: Carlos II El hechizado, Tierra de sombras y de luna, La noche en que el pueblo me quiso matar, Enanos en El Quijote y en el arte, todos ellos publicados por Ediciones Irreverentes, así como La angustia de García Lorca y Santa Teresa de Jesús, enferma o santa.
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