Antonio López Alonso

Obra creativa de Antonio López Alonso, editada por Ediciones Irreverentes, Edaf, La Universidad de Alcalá y otras. Premio de relatos "Antonio López Alonso".

20.1.06

LÓPEZ ALONSO Y MIGUEL ANGEL DE RUS PRESENTAN A LOS MEDIOS EN EL ATENEO DE MADRID, "A MIGUEL HERNANDEZ LO MATARON LENTAMENTE"

El autor muestra, paso a paso, cómo las pésimas condiciones sanitarias y alimenticias de las cárceles franquistas llevaron a la muerte al poeta de Orihuela
Para López Alonso, "lo más terrible fue que se le impidió ver a su hijo. Eso fue un sufrimiento terrible. Sólo pudo verle una vez, justo antes de morir, cuando el corazón casi ni le latía".
Antonio López Alonso, autor de "A Miguel Hernández lo mataron lentamente" (Ediciones Irreverentes) explicó ante los medios de comunicación el por qué del título del libro "he usado esta forma de expresar como se le destrozó la salud durante su paso por las cárceles franquistas en homenaje a lo que dijo Pablo Neruda cuando le preguntaron cómo había muerto Miguel Hernández, a lo que contestó que lo habían ajusticiado lentamente. Efectivamente, se dieron las circunstancias en las terribles cárceles de la postguerra para que Miguel Hernández muriera del modo más doloroso».
El escritor Miguel Angel de Rus fue el presentador del libro y se expresó en términos de similar dureza. "López Alonso demuestra con datos que hubo torturas en las cárceles de la dictadura, pero no como las torturas que vemos en la cárcel norteamericana de Guantánamo, sino una tortura más primitiva; se hacía padecer a los presos republicanos unas pésimas condiciones higiénicas, teniendo una letrina para cada doscientos presos, la alimentación era casa inexistente, tenían una taza de agua cada tres días, el agua era insalubre… incluso se les hacía beber aguas residuales. Estaban tan hacinados, que dormían los unos sobre los otros y a veces sucedía que al despertar, un preso descubría que había dormido sobre el cadáver de un compañero".
Miguel Hernández, uno de los más grandes poetas españoles, murió como consecuencia directa de la Guerra Civil española. No fusilado, aunque estuvo condenado a muerte, sino como resultado de su encarcelamiento. Antonio López Alonso hace un estudio extraordinario de las cárceles como método represivo de los vencedores en la posguerra, del tránsito carcelario del preso Miguel Hernández como clave esencial de su enfermedad, nos muestra con datos cómo sufrió problemas cerebrales y cómo la tuberculosis acabó con él, como hiciera con tantos otros presos. En este libro, el autor utiliza las palabras del propio Miguel Hernández para describir cómo apenas podía dormir en la cárcel, porque las ratas pasaban sobre su cuerpo e incluso cagaban sobre su cabeza.
Dispéptico gastrointestinal, jaquecoso, probablemente, en el trasfondo de ambos cuadros, víctima de ansiedad. En los últimos días de noviembre, de 1941, Miguel, ya en Alicante, enferma de tifoidea e ingresado en la enfermería del Reformatorio, López Alonso relata cómo le asiste el doctor José Mª Miralles, quien ante el cuadro diarréico intenso del poeta y la fiebre alta, prescribe tratamiento, cediendo el cuadro intestinal diarréico, pero no la fiebre, asociada a un cuadro de intenso cansancio. En realidad, una vez superada la infección intestinal tifoidea, es cuando la tuberculosis pulmonar aguda hizo su aparición. Miguel Hernández empezó a ser tuberculoso a finales de noviembre de 1941. Lo que es claro es que los pocos años que transitó de una cárcel a otra, especialmente desde Palencia hacia adelante, sufrió una serie de condicionantes o factores exógenos que le hicieron padecer un cuadro infeccioso pulmonar no tuberculoso en Palencia, un probable cuadro bronquítico agudo en Ocaña, tampoco tuberculoso y una tifoidea en Alicante.
La tuberculosis pulmonar de finales de noviembre del 41, hay que enclavarla en ese contexto de presidiario, en un ambiente epidemiológico de hacinamiento, sufrimiento moral, espacio cerrado, y hambruna, que fueron minando poco a poco las defensas de Miguel hasta matarlo sin necesidad de fusilarlo. Es una biografía desde el punto de vista médico, es decir, una patografía, en la que traza una teoría médica sobre la muerte del escritor, que establece que éste murió de tuberculosis «debido a las circunstancias de hambre y hacinamiento que había en las cárceles españolas en esa etapa, entre 1936 y 1942. Miguel Hernández murió en la cárcel de Alicante, con la eclosión de la enfermedad, que ya venía arrastrando en todo el tránsito carcelario, en Palencia y Ocaña».
Para López Alonso, "lo más terrible fue que se le impidió ver a su hijo. Eso fue un sufrimiento terrible. Sólo pudo verle una vez, justo antes de morir, cuando el corazón casi ni le latía".

Más información: http://www.edicionesirreverentes.com

INVESTIGACIÓN MÉDICA
«Las circunstancias de la cárcel mataron a Miguel Hernández»

López Alonso presenta hoy en el Ateneo de Madrid su libro sobre el poeta oriolano


El motivo de la muerte del poeta alicantino Miguel Hernández es el punto de partida del libro «A Miguel Hernández lo mataron lentamente», del médico cirujano, catedrático en la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá (Madrid) y ex decano de la misma, Antonio López Alonso. El libro se presenta hoy en el Ateneo de Madrid.El autor se pregunta de qué fue consecuencia la tuberculosis que llevó a la muerte a Miguel Hernández, «teniendo en cuenta los antecedentes y manejando datos que intentan demostrar la patología del poeta».López Alonso ha escrito una biografía desde el punto de vista médico, es decir, una patografía, en la que traza una teoría médica sobre la muerte del escritor, que establece que éste murió de tuberculosis «a consecuencia de las circunstancias de hambre y hacinamiento que había en las cárceles españolas en esa etapa, entre 1936 y 1942».Este autor afirma que «el poeta murió en la cárcel de Alicante, con la eclosión de la enfermedad, que ya venía arrastrando en todo el tránsito carcelario, en Palencia y Ocaña».El catedrático rebate en el libro otros documentos «que relacionan dolencias durante la vida de Miguel Hernández con su muerte». Este autor contradice estas versiones, afirmando que «no hay ninguna duda de que la enfermedad se contrajo en la cárcel y las condiciones en ésta provocaron un deterioro del sistema inmunológico». Un ejemplo es «la carta que en 1936 le envía Miguel Hernández a su mujer Josefina, en la que relata una infección de estómago que algunos autores relacionan con el inicio de la tuberculosis. En mi opinión sólo era un trastorno de ansiedad, como lo llamaríamos ahora».Antonio López Alonso ha utilizado para escribir esta obra información de revistas especializadas, publicaciones sobre la biografía de Miguel Hernández y documentación sobre la enfermedad, «he acudido para ello al Archivo Histórico Nacional, a la Biblioteca Nacional y al Ateneo de Madrid».En este libro aparecen dos ámbitos que se funden, según el propio autor, «lo médico recubierto de lo estrictamente literario». Su intención, manifiesta, «no era hacer un libro de medicina». También dice a este respecto que «ha habido un intento de mezclarlo con la obra poética de Miguel Hernández y Lorca».El título de la obra, está adaptado de «lo que dijo Neruda cuando le preguntaron cómo había muerto Miguel Hernández, a lo que contestó que lo habían ajusticiado lentamente».

19.1.06


Antonio López Alonso publica un nuevo libro en Ediciones Irreverentes, A Miguel Hernández lo mataron lentamente. Miguel Hernández, uno de los más grandes poetas españoles, murió como consecuencia directa de la Guerra Civil española. No fusilado, aunque estuvo condenado a muerte, sino como resultado de su encarcelamiento. Antonio López Alonso hace un estudio extraordinario de las cárceles como método represivo de los vencedores en la posguerra, del tránsito carcelario del preso Miguel Hernández como clave esencial de su enfermedad, nos muestra con datos cómo sufrió problemas cerebrales y cómo la tuberculosis acabó con él, como hiciera con tantos otros presos. En este libro, el autor utiliza las palabras del propio Miguel Hernández para describir cómo apenas podía dormir en la cárcel, porque las ratas pasaban sobre su cuerpo e incluso cagaban sobre su cabeza. López Alonso denuncia con una prosa de gran calidad uno de los episodios más negros de la reciente historia de España. Documentado, veraz A Miguel Hernández lo mataron lentamente, está destinado a convertirse en referencia obligada para quien quiera conocer al poeta, sus circunstancias vitales, su entorno y un tiempo en que España decidió enloquecer y matar a algunos de sus mejores hijos.
Virgilo Zapatero y J.L. Abellán presentarán el libro en el Ateneo de Madrid

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18.1.06

La universidad de Alcalá crea el Premio de Cuentos Antonio Lóez Alonso

La universidad de Alcalá ha creado el Premio de Cuentos Antonio López Alonso para Estudiantes de Medicina de Universidades Españolas. Lo convoca el vicerrectorado de Extensión Cultural y Universitaria de la Universidad de Alcalá y el Decanato de la Facultad de Medicina e reconocimiento al trabajo del doctor López Alonso en el campo de la medicina y como autorliterario.

Acto en el hotel Palace de Madrid

Antonio López Alonso recibe la Mención Especial del Jurado (Foto Paco Manzano)

Antonio López Alonso recibió la placa que le acredita como Finalista del Premio de Novela Ducado de Loeches y Mención Especial del Jurado en un acto que tuvo lugar en el hotel Palace de Madrid. El jurado reconoció el gran valor literario de la obra y su recuperación del entorno rural para la novela. Recibe la placa de manos de un represetante de GESTESA.

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Premio Ciudad Ducal de Loeches: http://ciudadducal.blogspot.com/


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